Dos cuentos y tres preguntas
EL REY SABIO (Khalil Gibrán, en El Loco)
Había una vez, en
la lejana ciudad de Wirani, un rey que gobernaba a sus súbditos con tanto poder
como sabiduría. Y le temían por su poder, y lo amaban por su sabiduría.
Había también un el
corazón de esa ciudad un pozo de agua fresca y cristalina, del que bebían todos
los habitantes; incluso el rey y sus cortesanos, pues era el único pozo de la
ciudad.
Una noche, cuando todo
estaba en calma, una bruja entró en la ciudad y vertió siete gotas de un
misterioso líquido en el pozo, al tiempo que decía:
-Desde este
momento, quien beba de esta agua se volverá loco.
A la mañana
siguiente, todos los habitantes del reino, excepto el rey y su gran chambelán,
bebieron del pozo y enloquecieron, tal como había predicho la bruja.
Y aquel día, en las
callejuelas y en el mercado, la gente no hacía sino cuchichear:
-El rey está loco.
Nuestro rey y su gran chambelán perdieron la razón. No podemos permitir que nos
gobierne un rey loco; debemos destronarlo.
Aquella noche, el
rey ordenó que llenaran con agua del pozo una gran copa de oro. Y cuando se la
llevaron, el soberano ávidamente bebió y pasó la copa a su gran chambelán, para
que también bebiera.
Y hubo un gran
regocijo en la lejana ciudad de Wirani, porque el rey y el gran chambelán
habían recobrado la razón.
LA GRANADA (Khalil Gibrán, en El Loco)
Una vez, mientras
vivía yo en el corazón de una granada, oí que una semilla decía;
-Algún día me
convertiré en un árbol, y cantará el viento en mis ramas, y el sol danzará en
mis hojas, y seré fuerte y hermoso en todas las estaciones.
Luego, otra semilla
habló, y dijo: -Cuando yo era joven, como tú ahora, yo también pensaba así;
pero ahora que puedo ponderar mejor todas las cosas, veo que mis esperanzas
eran vanas.
Y una tercera
semilla se expresó así: -No veo en nosotras nada que prometa tan brillante
futuro.
Y una cuarta
semilla dijo: - ¡Pero que ridícula sería nuestra vida, sin la promesa de un
futuro mejor!
La quinta semilla
opinó: -.¿Para qué disputar acerca de lo que seremos, si ni siquiera sabemos lo
que somos?
Pero la sexta
semilla replicó: -Seamos lo que seamos, lo seremos siempre.
Y la séptima
semilla comentó: -Tengo una idea muy clara acerca de cómo serán las cosas en lo
futuro, pero no la puedo expresar con palabras.
Y luego habló una
octava semilla, y una novena, y luego una décima, y luego muchas, hasta que
todas hablaban a un tiempo y no pude distinguir nada de lo que decían todas
esas voces.
Así pues, aquel
mismo día me mudé al corazón de un membrillo, donde las semillas son escasas y
casi mudas.
Tres preguntas
El 15 de octubre Antoni Puigverd habla con base y sensatez. Y termina con una pregunta
interesantísima "si no abusaron de los equilibrios de la transición".
Opina, por tanto, que los equilibrios no son siempre buenos (y estoy de
acuerdo). El problema es simultáneamente no querer el equilibrio, y no
admitir desequilibrios que no nos beneficien. Y en esto están las
opiniones catalanas: o me benefician, o no juego (o asímetría y hecho diferencial, o me voy).
Para detallar esta conversación, hay que
responder a unas preguntas básicas:
1) ¿Es Cat una unidad indivisible?
2) ¿A quién se apunta dentro de Cat la inversión del Eix Transversal, la
de antes y la duplicación?
3) ¿Qué veguerías están siendo esquilmadas dentro de Cat pues no se
invierte lo que producen en ellas?
Cuando se contesten, se verá claramente si las posiciones de
españolistas y catalanistas son muy diferentes, o exactamente iguales. Va a resultar que la Una, Grande y Libre que se enseña en las escuelas catalanas es Cataluña.